Cuando estás triste, siempre llueve.

Llueve porque tú estás triste pequeña

lunes, 11 de junio de 2012

Necesito tu sonrisa a escasos milímetros.

Me aficiono a las sonrisas a medias, a los días de frío con tu sudadera, a tus pequeños abrazos y a que corran mis lágrimas cuando estoy a tu lado. No sé tienes algo que no se que es que hace que me ponga nerviosa, cálmame, para, estáte quieto y haz que deje de temblar. Quédate conmigo, échame el mejor polvo de mi vida, y cuando vayas a salir por la puerta pídeme quedarte toda la noche sonriendo conmigo como si no hubiera mañana. Dime que me vas a llevar a ver las estrellas a las cinco de la mañana, y que vamos a correr descalzos por la playa a las siete después de toda la noche de fiesta juntos. Prométeme que nada de esto va a cambiar, que seguiremos siendo felices, quiero que me sigas mordiendo, que me sigas besando a la vez que me coges y me levantas como si estuviera volando, quiero seguir a tú lado. Perdón, probablemente me haya aficionado a ti, me haya enganchado a tenerte cada día de mi vida despertando a mi lado. Te quiero cada día a cada instante, no quiero cansarme de ti nunca, me acostumbré a ti, a tus pequeños Te quieros llenos de sentimiento.
PD: Todavía te busco las noches de viernes para que me dejes tu chaqueta por si tengo frío, aún te sigo buscando para darte un beso y un abrazo, aún te echo de menos. Todavía siento que soy especial para tí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario