Cuando estás triste, siempre llueve.
Llueve porque tú estás triste pequeña
lunes, 10 de diciembre de 2012
A.B.
¿Su sonrisa? Se quedó aquí con nosotros el día que se fue. Ella tenía el inmenso don de hacerme sonreír cada día, hacía que se esfumasen los problemas de todos y cada uno de nosotros cada vez que sonreía, cada vez que ella estaba bien. Ella tenía la mitad de todo lo que soy ahora, ella era fuerte, muy muy fuerte, sonreía a pesar de todo, tenía la inmensa capacidad de hacernos felices a todos y cada uno de nosotros. Con ella vivimos los mejores meses de nuestras vidas, nos hizo sonreír como nunca, aprendimos lo que era realmente ser felices, que la vida simplemente es un problema más sumado a una cadena de la que se puede sobrevivir con poco, ella nos enseñó que la vida hay que disfrutarla, que es demasiado corta, y el día menos esperado se nos puede ir. Nadie se ha olvidado de ti pequeña, y cuando digo nadie, es nadie, yo, precisamente, cada día que me acuesto y me levanto me acuerdo de ti, yo desde que no estás no soy la misma, claro que muchas veces soy feliz, no te lo voy a negar, pero todas y cada una de las veces que soy feliz te echo de menos, así como cada día que me levanto y veo tu foto, así como cada recuerdo que tengo de ti se me viene a la mente, así como cada día que miro la hora y te veo ahí, sé que sigues aquí, conmigo, lo noto, te siento, y sé que cada día que me ves derrumbarme me dices sé fuerte, y sigue, todo saldrá bien, pero he de decirte pequeña, que para mi no ha habido un tesoro mayor que tú, y que jamás me olvidaré de ti. Te tenemos aquí cada día, yo particularmente en un sitio en el que solo estás tú, en mi pequeño y duro corazón, mamá, ay mamá… Yo, desde que te fuiste, no la he vuelto a ver sonreír, ni volver a ser feliz, ni volver a ser la misma, y la echo de menos, se que siempre ha sido a la que más la ha costado todo esto, es inevitable, pero ahora, de vez en cuando, si que se que sonríe, y se que cuando sonríe lo hace de verdad, aunque sea muy pocas veces, siempre pienso en ti cada vez que la veo, supongo que igual que ella te ve reflejada en mi, yo te veo reflejada en ella, cada vez que la veo siento esa cosa de decirla, eres fuerte, muy fuerte, y ella está aquí con nosotros, todos y cada uno de nuestros días, ella lo único que quiere es que seas feliz, y que sonrías, que tienes una sonrisa preciosa. ¿Papá? Papá, sabes de sobra como es, siempre parece fuerte, siempre dándolo todo por nosotros, siempre sonriendo y aguantando nuestras tonterías, aunque luego en el fondo se derrumbe y se le caiga la casa encima, lo da todo por nosotros, es genial, aunque no acostumbre a decírselo, y se que aunque sea al que menos se lo note, te echa de menos como el que más. ¿Y Borja? Ay Borja… Se que hubiese sido el primero que le hubiese encantado conocerte, cogerte, darte abrazos, como lo hice yo, se que tu también hubieses sido la hermana más bonita que hubiese él podido tener, lo único que hubiese podido hacerme realmente feliz en la vida hubiese sido teneros aquí a los dos cada día a mi lado, poder veros sonreír y teneros a mi lado a sido lo mejor que ha podido pasarme en mi vida, y sé que aunque no sea dentro de poco, llegará un día en que por fin, seamos los cinco felices juntos y pueda teneros a los dos mayores tesoros de mi vida conmigo. Gracias, os quiero.
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